En última instancia, el sistema legal del Reino Unido defiende la equidad en la sociedad. Las leyes garantizan que las víctimas de delitos reciban justicia y que los delincuentes reciban la pena correspondiente por sus actos ilícitos. El objetivo final es rehabilitar a los delincuentes para que estén preparados para volver a integrarse en la sociedad y reducir el índice general de reincidencia, rompiendo el ciclo destructivo de la delincuencia.

Diferentes tipos de leyes han existido durante cientos de años. Cuando se ve a un juez o magistrado sentado en un tribunal, en realidad se está viendo el resultado de 1.000 años de evolución jurídica. El sistema judicial del Reino Unido cambia constantemente para mantenerse al día con la sociedad y, a pesar de sus defectos, está considerado como uno de los mejores del mundo.

Las leyes han cambiado enormemente a lo largo de los años. Acudir a un tribunal en el siglo XXI puede ser una dura prueba, pero es mucho mejor que el juicio por ordalía, utilizado hasta casi finales del siglo XII para determinar la culpabilidad o la inocencia. El acusado era obligado a coger una barra de hierro al rojo vivo, o atado y arrojado a un lago, a menudo utilizado para juzgar a los sospechosos de brujería. Si era inocente, se hundía.

Las semillas del sistema de justicia moderno fueron sembradas por Enrique II (1154-1189), que estableció un jurado de 12 caballeros locales para resolver las disputas sobre la propiedad de la tierra. La comparación con los más de 40.000 jueces que trabajan hoy en día en todo el país demuestra hasta qué punto ha evolucionado la ley a lo largo de los siglos. Aunque medievales e inhumanos, los primeros registros de un sistema de justicia demuestran que siempre ha sido necesario mantener una sociedad pacífica y que la gente distinga claramente el bien del mal.

Hasta el siglo XXI, la sociedad es más civilizada y justa que nunca. Las mujeres pueden votar, hay un sistema judicial justo, los derechos humanos están protegidos y la gente tiene una buena calidad de vida y mucho más. Estas leyes sirven como norma de conducta para los ciudadanos y actúan como guía de comportamiento aceptable. Si se viola la ley, habrá consecuencias acordes con el delito. Necesitamos la ley para garantizar la igualdad y la paridad en las comunidades.

Muchos creen que una sociedad sin leyes sería una sociedad en estado de caos. Sin figuras de autoridad claras y castigos para disuadir a la gente de, por ejemplo, robar, se produciría la anarquía. Cualquier persona podría entrar en tu casa y llevarse tus pertenencias sin ninguna consecuencia. Alguien podría quitarle la vida a otro individuo y no pasaría nada. Definitivamente parece que vivir en un mundo sin leyes no sería ciertamente agradable.

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