Viernes, 22 de marzo de 2019 (HealthDay News) — Las futuras mamás a menudo tratan de planificar tantos aspectos de su próximo parto como puedan. Pero algo que tal vez no tengan en cuenta es qué tipo de alivio del dolor elegirán si necesitan tener una cesárea.
Ahora, una nueva investigación de la Universidad de Texas sugiere que si bien los opioides pueden controlar el dolor, una combinación de otros analgésicos podría ofrecer un alivio similar con menos efectos secundarios y sin riesgo de adicción.
«Los opioides no necesitan ser recetados rutinariamente para cada mujer», dijo la autora del estudio, la Dra. Jenifer Dinis. Es instructora clínica en el departamento de obstetricia, ginecología y ciencias de la reproducción de la Facultad de Medicina McGovern de UT Health en Houston.
«Podemos controlar el dolor eficazmente con ibuprofeno y paracetamol. Para los que sí necesitan opioides, no necesitamos administrar tanta cantidad», dijo Dinis.
Una gran preocupación siempre que se utilizan opioides es el potencial de adicción. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU., una de cada cuatro personas a las que se les han recetado opiáceos a largo plazo en la atención primaria ha declarado tener problemas de adicción. Incluso si las personas no utilizan las recetas de opioides que se les dan, los miembros de la familia o los amigos pueden acabar consumiendo esos medicamentos.
En 2016, más de 11 millones de estadounidenses dijeron haber hecho un uso indebido de los opioides durante el año pasado, dijeron los CDC. Aproximadamente 130 estadounidenses mueren cada día por sobredosis de opioides.
El doctor Harshal Kirane, director de los servicios de adicción del Hospital Universitario de Staten Island en la ciudad de Nueva York, dijo que las nuevas madres «tienen una serie de diferentes factores de estrés después del nacimiento de un niño» que pueden ponerlas en riesgo de adicción.
Pero, dijo, ese riesgo no es exclusivo de las nuevas madres. «Necesitamos identificar pautas mejores, más refinadas y más precisas para el manejo de los analgésicos opioides en todos los contextos».
Para ver si el dolor podía manejarse eficazmente después de un parto quirúrgico, Dinis y sus colegas reclutaron a casi 200 mujeres que iban a tener una cesárea.
Las mujeres fueron asignadas aleatoriamente a uno de dos grupos. Un grupo recibió opioides para aliviar el dolor. El otro grupo recibió ibuprofeno (como Advil/Motrin) cada seis horas y paracetamol (Tylenol) cada cuatro horas. Si el dolor no se controlaba bien con esta combinación, las mujeres podían solicitar opioides.