Los broncodilatadores, o más comúnmente llamados inhaladores, son medicamentos que se respiran a través de la boca y dentro de los pulmones para ayudar a relajar los músculos que se tensan alrededor de sus vías respiratorias. El medicamento ayuda a abrir las vías respiratorias y permite que entre y salga más aire de los pulmones y le ayuda a respirar más fácilmente.

Las personas con asma utilizan los inhaladores durante un ataque cuando sus vías respiratorias se hinchan y se estrechan. Estos ataques hacen que la persona tosa, respire con dificultad y tenga problemas para respirar. Casi todas las personas con asma utilizan un broncodilatador para ayudar a abrir sus vías respiratorias. Otras personas pueden utilizar uno en algún momento de su vida si se les diagnostica tos persistente, EPOC, bronquitis, etc. Los distintos inhaladores tienen diferentes medicamentos, o una combinación de ellos, para tratar diferentes enfermedades.

Diferentes tipos de inhaladores

Hay tres tipos básicos de inhaladores que administran medicamentos. El más común es el inhalador de dosis medida (o MDI) que utiliza la presión para empujar la medicación fuera del inhalador. Los nebulizadores utilizan aire u oxígeno y suministran una niebla de la medicación a través de un tubo o máscara que se coloca sobre la nariz y la boca. Los inhaladores de polvo seco (o DPI) administran la medicación, pero requieren una inhalación fuerte y rápida.

Los broncodilatadores de acción rápida se utilizan como inhaladores de «alivio rápido», «alivio» o «rescate». Estos broncodilatadores abren las vías respiratorias y ayudan a detener o aliviar los ataques agudos de asma muy rápidamente. Aunque son más conocidos por funcionar en los ataques repentinos, también son excelentes para usarlos antes del ejercicio para ayudar a detener el asma durante su entrenamiento.

Aunque muchas personas utilizan broncodilatadores de acción corta, el uso excesivo de un inhalador, tableta o líquido/nebulizador, es un signo de asma no controlada que necesita un mejor tratamiento. Si utiliza broncodilatadores de acción corta más de dos veces por semana, llame a Charleston Allergy &Asma para mejorar su terapia de control del asma.

Los broncodilatadores de acción prolongada proporcionan control, no alivio rápido, del asma. Su alergólogo certificado le recetará la medicación, que suele tomarse dos veces al día junto con esteroides inhalados para controlar los síntomas a largo plazo.

A diferencia de los inhaladores de acción corta, los de acción prolongada no actúan directamente sobre la inflamación muscular. En cambio, ayudan a que las vías respiratorias se relajen, permitiendo que pase más aire.

Si tiene problemas con su asma o cree que puede necesitar un inhalador recetado, solicite una cita en línea hoy mismo.

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