La ataxia es una incoordinación causada por una disfunción de las entradas nerviosas sensoriales, de las salidas nerviosas motoras o del procesamiento de las mismas. No es el resultado de una debilidad muscular. La ataxia se aplica con mayor frecuencia a la inestabilidad al caminar, pero también se refiere a la incoordinación de la parte superior del cuerpo y a la disfunción de los movimientos oculares y del habla.
La ataxia es común en la EM, pero también se observa en varias otras afecciones, como la polineuropatía diabética, la mielitis transversa aguda, la mielopatía vacuolar, el tumor o la compresión de la médula y las formas hereditarias de ataxia.
Hay tres tipos de ataxia, que se observan en la EM: cerebelosa, vestibular y propioceptiva (sensorial).
Ataxia cerebelosa
La ataxia cerebelosa indica la ataxia debida a la disfunción del cerebelo. Está causada por lesiones en el cerebelo o en las partes del cerebro que se conectan a él, como los pedúnculos cerebelosos, el puente de Varolio o el núcleo rojo. Esto provoca una serie de déficits neurológicos elementales, como hipotonía antagonista, asinergia, dismetría, discronometría y disdiadococinesia. El modo y el lugar en que se manifiestan estas anomalías dependen de las estructuras cerebelosas lesionadas y de si la lesión es bilateral o unilateral. Dado que el cerebelo es responsable de sincronizar el movimiento muscular voluntario en todo el cuerpo, esto puede hacer que el movimiento se desincronice.
La ataxia cerebelosa puede dar lugar a:

Ataxia de la marcha – Descoordinación al caminar
Nistagmo – Movimientos nerviosos de los ojos
Hipotonía – Incapacidad de mantener una postura estable
Disdiadococinesia – Incapacidad de mantener un ritmo estable
Temblor de intención – Temblor al intentar realizar movimientos finos
Disartria – Incapacidad de coordinar los músculos que intervienen en el habla
Dismetría – Reducción del control de la amplitud de movimiento, como el exceso o la falta de tiro a los objetivos

Ataxia vestibular
La ataxia vestibular indica una ataxia debida a una disfunción del sistema vestibular, que en los casos agudos y unilaterales se asocia con vértigo prominente, náuseas y vómitos. En los casos bilaterales de disfunción vestibular de aparición lenta, estas manifestaciones características pueden estar ausentes, y el desequilibrio puede ser la única presentación.
En la EM, la ataxia vestibular está causada por lesiones en el tronco cerebral y los núcleos vestibulares. En otras afecciones, también puede ser el resultado de una lesión en el octavo nervio craneal, que conduce a los órganos del equilibrio en el oído interno.
La ataxia vestibular puede provocar:

Pérdida de equilibrio
Vértigo – Mareos, náuseas y vómitos
Nistagmo – Movimientos nerviosos de los ojos

Ataxia sensorial (propioceptiva)
La ataxia sensorial indica una ataxia debida a la pérdida de propiocepción (sensibilidad a la posición de las articulaciones y partes del cuerpo), que generalmente depende de una disfunción de las columnas dorsales de la médula espinal, ya que llevan la información propioceptiva hasta el cerebro; en algunos casos, la causa puede ser más bien una disfunción de las distintas partes del cerebro que reciben esa información, como el cerebelo, el tálamo y los lóbulos parietales.
La ataxia sensorial se presenta con una marcha inestable con fuertes golpes de talón, así como con una inestabilidad postural que se agrava característicamente cuando la falta de información propioceptiva no puede ser compensada por la información visual, como ocurre en entornos poco iluminados. Esto se debe a una disfunción de las entradas nerviosas de detección de la posición (propioceptivas). Esto significa que el cerebro se confunde en cuanto a la posición de las extremidades.
La ataxia sensorial provoca:

Pérdida del sentido de la posición – dónde están las manos y los pies
La incapacidad de detectar las vibraciones
El signo de Romberg – Una postura inestable

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