Todo el mundo necesita un lugar para evadirse, y el violento capo de la cocaína Pablo Escobar no fue una excepción. El lugar que eligió fue a orillas del embalse del Peñol, en la idílica localidad turística de Guatapé. Allí, Escobar construyó una fastuosa finca llamada La Manuela (llamada así por su hija) que sería el escenario de uno de los episodios más dramáticos de su caída.
La Manuela, de ocho hectáreas, constaba de una mansión majestuosa rodeada de una piscina, canchas de tenis, un campo de fútbol (que hacía las veces de helipuerto), establos, una casa de huéspedes, un muelle para hidroaviones, una entrada especial para motocicletas, árboles importados de todo el mundo y una fuerza de seguridad de 120 matones. La casa principal estaba, por supuesto, lujosamente equipada, e incluso incluía su propia tecnología de discoteca. Sin embargo, también se construyó para ser práctica, con paredes de doble capa utilizadas para esconder montañas de dinero y cocaína. La Manuela era la segunda casa favorita de Pablo Escobar.
En 1993, fue bombardeada por Los Pepes, un grupo de vigilancia cuyo nombre significaba «Perseguidos por Pablo Escobar». Supuestamente financiados por el cártel rival de Cali y otros enemigos de Escobar, Los Pepes introdujeron 200 kg de TNT en un baño de La Manuela, cuya detonación hizo volar la casa en pedazos. Las fuerzas policiales se abalanzaron rápidamente sobre el lugar y se incautaron de la droga y el dinero revelados por la explosión. Escobar fue abatido por las autoridades ocho meses después en Medellín.
La Manuela ha sido tomada por la naturaleza. Los visitantes pueden entrar en las ruinas pero deben tener cuidado mientras están en el terreno. Las paredes están llenas de agujeros en los que se ha buscado dinero escondido; los lugareños señalan que nunca se ha encontrado nada. Se puede visitar la habitación de Escobar, la piscina ahora húmeda, las torres de vigilancia, el baño donde se colocó la bomba… básicamente toda la finca. Los alrededores también ofrecen hermosas vistas.
Accesible por agua o camino de tierra, una moderna casa recibirá a los huéspedes que lleguen, que es un restaurante propiedad del ex mayordomo de Pablo Escobar. Pregunte en el restaurante por el acceso al lugar. También se puede jugar al paintball en las ruinas.