¿Qué causa la retracción de las encías?
La retracción de las encías puede deberse a varios factores, como el envejecimiento, un cepillado demasiado fuerte o incluso una mala salud bucal. Una mala salud bucodental puede provocar gingivitis, cuando las encías se inflaman debido a la presencia de bacterias de la placa y, si no se tratan, acaban retrocediendo.
Si no se identifica la causa de la retracción de las encías, y se deja que continúe, la recesión de las encías puede provocar problemas de salud bucodental más graves. La encía puede empezar a desprenderse del diente, creando «bolsas» a su alrededor en las que puede acumularse aún más placa. Con el tiempo, estas bolsas se hacen más profundas, las encías siguen retrocediendo y los dientes pueden aflojarse.
Cómo frenar la retracción de las encías
Es un hecho contundente: una vez que las encías empiezan a retroceder, no vuelven a crecer. Esto significa que notar y tratar el problema en la etapa más temprana – y antes de que se convierta en algo peor – es vital.
Por lo tanto, lo primero que debe hacer si sospecha que puede estar sufriendo una recesión de las encías es hablar con su dentista, ya que podrá identificar la causa de la retracción de las encías y aconsejarle sobre los mejores tratamientos para las encías retraídas.
Al revisar su rutina diaria de cuidado bucal con su dentista, puede ayudar a detener la retracción de las encías en primer lugar o, si ya está sufriendo el problema, evitar que empeore.
Cambiar a una pasta de dientes como parodontax puede ayudar a detener y prevenir el sangrado de las encías. Con un cepillado dos veces al día, es 4 veces más eficaz* que un dentífrico normal para eliminar la acumulación de bacterias de la placa a lo largo de la línea de las encías (la zona donde la encía se une al diente), ayudando a mantener las encías sanas y los dientes fuertes.
*Elimina más bacterias de la placa que un dentífrico normal, tras una limpieza profesional y un cepillado dos veces al día.
