Un pólipo procedente del canal cervical puede sangrar sólo cuando se toca el cuello uterino. Esto puede incluir juguetes sexuales, dedos o un pene. Los pólipos cervicales pueden representar entre el 5% y el 12,5% de las hemorragias después de las relaciones sexuales. Afortunadamente, la mayoría de los pólipos cervicales de este tipo pueden verse fácilmente durante un examen con espéculo.
Sangrado del revestimiento del útero
Si el revestimiento uterino (endometrio) se desestabiliza con facilidad, mantener relaciones sexuales puede provocar un manchado o un sangrado intermitente. Algunas mujeres presentan este tipo de manchado si las relaciones sexuales se producen durante la ovulación o justo antes de que comience el flujo menstrual. Las mujeres que utilizan métodos anticonceptivos hormonales también pueden tener una menor estabilidad del revestimiento uterino. Muchas usuarias de la píldora anticonceptiva han observado hemorragias intermenstruales después de mantener relaciones sexuales o incluso de realizar un ejercicio intenso.
Las mismas infecciones (por ejemplo, gonorrea, clamidia) que infectan el cuello uterino también pueden infectar el revestimiento del útero. Las infecciones del revestimiento uterino pueden facilitar su desestabilización provocando hemorragias erráticas así como sangrados después de las relaciones sexuales.
Los pólipos endometriales o los fibromas uterinos pueden crear un foco de inestabilidad del revestimiento uterino. Además, algunas mujeres con adenomiosis (endometriosis en la pared del útero) informan de que sangran después de mantener relaciones sexuales.
Como saben los lectores de WebMD, si las mujeres tienen un historial de ausencia de periodos, su revestimiento uterino puede estar muy engrosado. En esa situación, el manchado después de las relaciones sexuales puede representar pequeñas cantidades de revestimiento que se desprenden, sólo de la capa superior.
Por último, pero no por ello menos importante, hay que descartar un embarazo. Otras causas menos comunes de sangrado incluyen pequeños desgarros en el tejido vaginal. Esto se observa con mayor frecuencia en las mujeres posmenopáusicas que no utilizan estrógenos, especialmente si están reanudando las relaciones sexuales. Si el manchado es después de la primera vez que tiene relaciones sexuales (perder la virginidad) puede haber manchado de los tejidos en la abertura vaginal.
¿Podría este sangrado después del sexo no ser un gran problema?
Habiendo oído hablar de todas las posibles causas del sangrado después del sexo uno pensaría que se podría encontrar un culpable para explicar el sangrado. Me sorprendió saber que, en tres estudios distintos, ¡aproximadamente el 50% de las mujeres evaluadas no mostraban ninguna razón obvia para el sangrado! En cada uno de estos tres estudios, las mujeres recibieron evaluaciones exhaustivas que incluían colposcopias. Sin embargo, dadas las múltiples causas de las hemorragias después de las relaciones sexuales, hay que acudir a un ginecólogo si el manchado persiste o es recurrente. Cuando se hayan descartado todas las causas posibles, es posible que usted forme parte del 50% en el que no hay ninguna razón patológica para el sangrado. Hasta que no se haya realizado un estudio, yo sugeriría que el sangrado después de las relaciones sexuales no es un síntoma que deba ignorarse.