La mayoría de los propietarios de viviendas conocen los lugares más comunes en los que hay que buscar amianto, desde el aislamiento hasta los techos con textura, pero lo que mucha gente no sabe es que el peligro podría estar justo debajo de sus pies. En los años sesenta y setenta, las alfombras se fabricaban a menudo con bolsas de arpillera recicladas que contenían amianto, y se instalaban en muchos hogares. Por lo tanto, si tiene una alfombra antigua, es posible que tenga que hacer un análisis de amianto para asegurarse de que no contiene este peligroso mineral. Aunque el riesgo es bajo, incluso pequeñas cantidades de amianto pueden ser peligrosas para la salud, por eso es tan importante el asesoramiento profesional.

¿Por qué puede contener amianto la antigua capa base?

La capa base de las alfombras se fabricaba a menudo con viejos sacos de arpillera en los años 60 y 70, y estos sacos a veces procedían del extranjero, ya que se habían utilizado para enviar mercancías. Fabricadas con amianto, lana, yute e incluso materiales como el pelo de cabra, estas bolsas se desmenuzaban y limpiaban. Por suerte, en muchas muestras se ha eliminado todo el amianto durante este proceso.

¿Estoy en riesgo?

Si su alfombra se instaló antes de 1980, existe un pequeño riesgo de que pueda contener amianto. Por lo tanto, es importante no arrancar la moqueta antigua sin hacerla revisar. Al arrancar una alfombra vieja, se liberan en el aire polvo y fibras que podrían contener partículas de amianto. Aunque los efectos nocivos de la inhalación de amianto no siempre son perceptibles de inmediato, la inhalación de fibras puede provocar afecciones pulmonares décadas más tarde.

¿Qué aspecto tiene la capa inferior de la moqueta de amianto?

Una de las razones por las que debe acudir a los profesionales para que comprueben la presencia de amianto es que puede ser difícil de identificar sólo por su aspecto. En la mayoría de los casos, la capa base peligrosa es un material marrón que parece un saco tejido, pero muchas capas base antiguas tienen este aspecto. La única forma de saberlo con certeza es que los expertos realicen un análisis del amianto.

Aspirar una alfombra antigua

Si tiene una alfombra antigua, debería ser perfectamente seguro aspirarla. El amianto es peligroso cuando se perturba, pero si se utiliza en una capa inferior, la alfombra debería evitar que se dañe. No hay pruebas que demuestren que aspirar una alfombra pueda liberar fibras de amianto, así que no se preocupe si lo ha hecho en el pasado.

¿Tengo que quitar la capa inferior?

Puede que tenga una alfombra antigua, pero no quiera sustituirla, en cuyo caso, merece la pena hablar con los expertos para que analicen la capa inferior. El consejo oficial es que el riesgo de la capa inferior de amianto es bajo y, mientras no se altere, no debería causar problemas. Sin embargo, cuando los propietarios descubren que tienen amianto en su casa, la mayoría opta por retirarlo. Esto se debe a que siempre hay un pequeño riesgo de que se dañe o se altere, y en una situación, como un incendio, sólo añade un peligro adicional.

Las alfombras viejas también pueden desgastarse o romperse y dañarse con el tiempo. Aunque pueden durar décadas, con el tiempo se degradan, lo que elimina la barrera entre usted y el amianto.

Otro aspecto a tener en cuenta es si piensa vender su casa en el futuro. Los posibles propietarios tendrán que ser notificados de la presencia de amianto para asegurarse de que no levantan la alfombra, y es algo que puede desanimar a los compradores. Para su tranquilidad, puede que la eliminación sea la opción más fácil.

Eliminación de la capa inferior de amianto

Debido al riesgo que suponen incluso pequeñas cantidades de amianto, es importante dejarlo en manos de profesionales. Ellos podrán:

  • Llevar el equipo de seguridad adecuado, como mascarillas
  • Retirar el viejo revestimiento y eliminar cualquier resto de polvo
  • Envolver el revestimiento en plástico según las directrices de seguridad
  • Asegurarse de que se elimine correctamente en una instalación certificada

Por eso es mejor no intentar un trabajo de bricolaje, ya que un sellado o una eliminación inadecuados pueden suponer una infracción de las normas de salud ambiental. También es el tipo de trabajo que es mejor dejar a los profesionales, ya que pueden asegurarse de que no hay ningún rastro de la antigua capa inferior, dándole un lienzo en blanco, listo para poner la nueva alfombra.

Bolsas de arpillera

Si tiene bolsas de arpillera viejas por el garaje, también debería deshacerse de ellas. Estos viejos sacos podrían haber sido fabricados con amianto, o haber sido utilizados para transportar amianto, lo que significa que pueden suponer un peligro. No intente envolverlas usted mismo ni transportarlas en su coche. Simplemente llame a especialistas en retirada de amianto que puedan recogerlos y eliminarlos adecuadamente.

Pegamento para alfombras

Hasta la década de 1980, el amianto se utilizaba ocasionalmente en adhesivos. En algunos casos, estas colas se utilizaban para sellar los bordes de las alfombras y otros suelos, como los laminados o las baldosas. Al igual que ocurre con los revestimientos inferiores, no supone un peligro inmediato, ya que es difícil que las fibras se escapen. Sin embargo, a medida que el adhesivo envejece, puede descascarillarse y volverse más peligroso, y si se altera puede causar problemas. Si sospecha que se ha utilizado algún tipo de amianto en su casa, no intente eliminarlo y acuda a los expertos para que realicen pruebas y le asesoren.

Pruebas atmosféricas

Durante y después de la retirada, es esencial que se realicen pruebas atmosféricas. Esto garantiza que el nivel de fibras de amianto en el aire está dentro de la zona de seguridad, y que es seguro volver a su casa. El problema de hacer un trabajo de bricolaje es que el polvo y las fibras pueden persistir, lo que significa que todavía puede haber peligros al acecho.

El amianto era un material popular antes de la década de 1980, y no es sorprendente que se encuentre en tantos lugares. Si ha comprado o heredado una casa antigua, es posible que tenga la tentación de simplemente arrancar la moqueta, pero antes de hacerlo es importante que la analicen. La eliminación del amianto es mucho más fácil si se deja en manos de profesionales, y garantiza que los materiales peligrosos se eliminen correctamente. Pronto estará de vuelta en su casa, con la tranquilidad que aporta una retirada profesional.

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