La sabiduría convencional siempre ha sido que una caloría es una caloría es una caloría, y siempre y cuando usted está gastando más de lo que está tomando, usted va a perder peso. Pero muchas personas que han luchado por perder peso han creído durante mucho tiempo que ese punto de vista tenía algo de malo. Una nueva investigación médica sugiere que están en lo cierto.
La fuente de las calorías cuenta
Durante muchos años, los dietistas pensaron que no importaba de qué tipo de alimento provenía una caloría. Pero resulta que el cuerpo maneja las distintas fuentes de nutrición de manera diferente, y los distintos cuerpos metabolizan los alimentos de manera diferente.
Aunque mucha gente ha considerado que las dietas bajas en grasas son más saludables, muchos alimentos naturalmente ricos en grasas pueden, de hecho, formar parte de una dieta saludable. Las grasas de alimentos como los aguacates, los frutos secos y los pescados grasos como el salmón pueden favorecer la pérdida de peso, prevenir las enfermedades cardíacas y reducir el riesgo de diabetes. Dado que estos alimentos son densos en calorías, hay que consumirlos con moderación. Pero son saciantes y pueden evitar que pique sin sentido entre comidas.
Los carbohidratos muy refinados (como los de la harina blanca, los cereales azucarados y las bebidas azucaradas), por el contrario, pueden dificultar la pérdida de peso. Estos azúcares aumentan el nivel de insulina en la sangre. Esto, a su vez, puede indicar a su cuerpo que almacene células grasas. Además, estos alimentos pasan rápidamente por el sistema digestivo. Esto puede hacer que sienta hambre sólo una hora después de haber comido una bolsa entera de patatas fritas y puede contribuir a que coma en exceso.
El problema de contar las calorías, según los expertos, es que los procesos que intervienen en la descomposición de los alimentos y en la decisión de si deben utilizarse como energía o almacenarse como grasa son tan complejos que restringir simplemente las calorías no funciona. Es mejor limitar los tipos de calorías que tienen más probabilidades de convertirse en grasa, como las procedentes de los carbohidratos refinados. Al final, lo mejor es evitar el recuento de calorías y centrarse más en una dieta saludable. Llevando una dieta variada y rica en alimentos integrales, puedes estar más sano y perder peso.