La teoría del contrato social dice que las personas conviven en sociedad de acuerdo con un convenio que establece reglas morales y políticas de comportamiento. Algunas personas creen que si vivimos de acuerdo con un contrato social, podemos vivir moralmente por nuestra propia elección y no porque un ser divino lo exija.
A lo largo de los siglos, filósofos que se remontan a Sócrates han tratado de describir el contrato social ideal y de explicar cómo han evolucionado los contratos sociales existentes. El filósofo Stuart Rachels sugiere que la moral es el conjunto de normas que rigen el comportamiento y que las personas racionales aceptan, con la condición de que los demás también las acepten.
Los contratos sociales pueden ser explícitos, como las leyes, o implícitos, como levantar la mano en clase para hablar. La Constitución de Estados Unidos se cita a menudo como un ejemplo explícito de parte del contrato social de Estados Unidos. Establece lo que el gobierno puede y no puede hacer. Las personas que eligen vivir en Estados Unidos aceptan regirse por las obligaciones morales y políticas que se recogen en el contrato social de la Constitución.
De hecho, independientemente de si los contratos sociales son explícitos o implícitos, proporcionan un valioso marco para la armonía en la sociedad.
