Cuando los estudiantes universitarios escuchan el término «prácticas» estoy bastante seguro de que es un instinto natural gemir sólo de pensar en la cantidad de café que implica. Sin embargo, como nueva becaria de marketing de GreekYearbook, pronto descubrí que esa no sería mi experiencia. Soy estudiante de tercer año en la Universidad de Towson (con una especialización en Comunicación de Masas) y también soy la secretaria de la Asociación Panhelénica de Towson. Por lo tanto, las prácticas en GreekYearbook me permiten combinar la pasión que tengo por mi carrera con mi amor por la vida griega.
Como miembro muy implicado de Alpha Xi Delta, ya sé todo lo que hay que saber sobre la historia de mi organización y capítulo (fundado en 1893 en el Lombard College y fundado en el campus de Towson en 1990 – en serio, ¡pregúntame cualquier cosa!) Sin embargo, como la historia de la comunidad griega en su conjunto no es exactamente mi fuerte, decidí investigar un poco.
¿Cómo empezó exactamente la vida griega? Bueno, en 1776, John Heath (entonces estudiante de griego en el College of William & Mary) fue rechazado por las dos sociedades secretas latinas del campus. Heath decidió tomar cartas en el asunto y, junto con algunos amigos, creó la primera sociedad colegial de letras griegas, Phi Beta Kappa. Como estudioso del griego, Heath inició la tradición de nombrar a las organizaciones universitarias con las iniciales de su lema griego secreto. En el caso de Phi Beta Kappa, su lema Philosophia Bios Kybernethes, que puede traducirse como «La filosofía guía la vida», utiliza las letras griegas Phi, Beta y Kappa (la primera letra de cada palabra) como nombre público de su sociedad. En la actualidad, Phi Beta Kappa es una sociedad de honor académica que admite tanto a hombres como a mujeres.
Puede que John Heath nos haya dado el origen de las organizaciones de letras griegas, pero el modelo de las fraternidades sociales modernas se remonta a Schenectady, Nueva York, en el Union College, donde se fundó la sociedad Kappa Alpha en 1825. Dos años más tarde, en el campus de Union se fundaron otras dos fraternidades: Sigma Phi y Delta Phi. Esta tríada se refería a sí misma como «fraternidades», que deriva de la palabra latina Frater que significa «hermano». A medida que estas fraternidades se extendieron a otros campus, y que se fundaron nuevas organizaciones en otras universidades, se crearon capítulos nacionales y comenzó la Vida Griega tal y como la conocemos hoy.
Como muchas cosas en la vida, la Vida Griega no sería lo que es hoy sin las mujeres que forman parte de ella. En 1851, en el Wesleyan College de Macon, Georgia, se fundó la primera sociedad secreta para mujeres. Llamada The Adelphean Society, promovía «la mejora mental, moral, social y doméstica de sus miembros». El Wesleyan College consiguió otra sociedad femenina al año siguiente, en 1852, conocida como The Philomathean Society. Aquí es donde «los primeros» se vuelven un poco complicados, ambas sociedades no se convirtieron en organizaciones de letras griegas hasta la década de 1900, cuando se convirtieron en Alpha Delta Pi y Phi Mu respectivamente. La primera fraternidad femenina de letras griegas fue Kappa Alpha Theta, fundada en la Universidad DePauw en 1870, mientras que la primera organización de letras griegas que se autodenominó hermandad fue Gamma Phi Beta. Fundada en la Universidad de Siracusa en 1874, Gamma Phi Beta tuvo su propio término acuñado por el Dr. Frank Smalley, profesor de la Universidad. La primera mitad del siglo XX fue testigo de tiempos turbulentos que afectaron en gran medida a la comunidad griega, pero tras el final de la Segunda Guerra Mundial se produjo una afluencia de miembros a las organizaciones griegas a medida que hombres y mujeres volvían a la universidad. En los años sesenta y setenta se crearon muchas fraternidades y hermandades culturales, mientras que en los años ochenta y noventa comenzó la unificación de la comunidad griega actual. Con más de 9 millones de miembros griegos en todo el país, la vida griega ha crecido desde sus humildes comienzos hace 237 años, y sólo seguirá mejorando.
– Emily Schnell, Becaria
