Regresar al trabajo después de haber tenido un bebé significa tener que averiguar toda una nueva rutina (¡de nuevo!). Para las madres que amamantan, también implica una planificación estratégica del horario para asegurarse de que su bebé tenga la leche materna que necesitará cuando usted no esté. Aquí tienes una guía que te ayudará a prepararte para llevar ese oro líquido a casa, día tras día.
Construya su reserva en el congelador
Empiece a extraerse leche entre dos y cuatro semanas antes de volver al trabajo para hacer acopio de leche materna congelada. Dependiendo del horario de lactancia de tu bebé, puedes sacarte leche una hora antes de amamantar o una hora después. Consejo profesional: Muchas madres tienden a tener más leche por las mañanas (cuando los niveles de la hormona prolactina son altos), por lo que extraerse leche después de una sesión de lactancia matutina suele ser un buen momento.
Sabe cuánta leche necesita su bebé
Los bebés recién nacidos consumen de dos a cuatro onzas de leche materna por toma y pueden mamar entre ocho y doce veces en un período de 24 horas. Aunque la composición de la leche materna cambia, la cantidad que consume el bebé se mantiene bastante constante durante sus primeros seis meses. Por lo tanto, para una jornada típica de ocho horas, deja al cuidador de tu bebé tres o cuatro biberones de cuatro onzas de leche materna. Consejo profesional: Después de un fin de semana de lactancia materna, aproveche su reserva de leche en el congelador para el suministro de leche del lunes (y luego extráigase el lunes para la leche del martes, etc.)
Planifique un horario de extracción de leche para el trabajo
En un mundo ideal, usted se extraería leche con la misma frecuencia con la que su bebé mama. Pero eso es difícil -si no imposible- cuando también tienes que llevar el pan a casa. Por término medio, las madres que dan el pecho necesitan extraerse leche cada tres horas (dependiendo de la madre) para evitar la congestión y mantener la producción de leche. Programe tres descansos para sacarse leche durante una jornada laboral de ocho horas: por la mañana, a la hora de comer y a media tarde. Consejo profesional: Siempre que sea posible, cumpla con las sesiones de extracción programadas, ya que saltarse una puede afectar negativamente a la producción de leche.
Tómese el tiempo que necesite
Cada madre lactante es diferente, pero en promedio la extracción puede durar entre 15 y 30 minutos. Dependiendo de lo cerca que esté tu espacio de lactancia del lugar donde trabajas, puede que también tengas que tener en cuenta el tiempo para el viaje (además de una rápida limpieza del sacaleches). Consejo profesional: Estar cómoda y relajada ayuda a la bajada de leche, así que mira fotos de tu bebé y escucha música relajante (la aplicación de Mamava incluye «Sonidos para la bajada»).