¿Qué es?
Se trata de un procedimiento quirúrgico que utiliza una máquina de succión mecánica para eliminar el tejido del embarazo del útero. Se puede realizar con anestesia general, en la que estarás dormida, o se utiliza un anestésico local para congelar el cuello del útero. El orificio cervical se dilata (ensancha) introduciendo y retirando una serie de varillas estrechas y cónicas, cada una de ellas con un diámetro ligeramente mayor que la anterior. El médico introduce un tubo hueco en el útero que se conecta a una máquina de aspiración (similar a la que utilizan los dentistas para limpiar la boca de saliva). Se enciende la succión y el médico mueve el tubo de un lado a otro durante un breve periodo de tiempo. Cuando el útero está vacío, se detiene la aspiración. A continuación, se palpan suavemente las paredes del útero con un instrumento en forma de bucle (denominado cureta) para asegurarse de que no quedan restos de tejido.

En el caso de un aborto hospitalario con anestesia general, antes de la intervención debe utilizarse un dilatador (dispositivo para abrir el útero) o un medicamento con misoprostol para preparar el útero.

Las mujeres que se someten a un aborto por aspiración y legrado deben tener a alguien que las acompañe a la clínica o al hospital y las ayude a volver a casa. Las actividades normales pueden reanudarse en uno o dos días. Sin embargo, puede tardar hasta una semana en recuperarse por completo. Se realiza un examen de seguimiento tres semanas más tarde para asegurarse de que el procedimiento se ha completado.

¿Cuándo se realiza el procedimiento?
El aborto por aspiración y legrado se realiza más tarde en el primer trimestre, entre las 6 y las 14 semanas. El tamaño se determina mediante una ecografía.

Ventajas

  • Seguro y sencillo
  • Se puede hacer más tarde en el primer trimestre
  • Menos del uno por ciento de posibilidades de que el aborto sea incompleto

Desventajas

  • Los calambres y el dolor abdominal son comunes; la mayoría de las mujeres se recuperan rápidamente, pero los calambres pueden continuar hasta una semana después del procedimiento
  • es posible que se produzca una hemorragia similar a la menstrual hasta dos semanas después del procedimiento
  • la recuperación total puede tardar hasta una semana
  • complicaciones graves, como infecciones o daños en el útero, son posibles pero poco frecuentes; el riesgo de complicaciones aumenta con los embarazos más avanzados

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