Las personas con cáncer que tienen dolor pueden notar que su dolor cambia a lo largo del día, y que puede ser diferente de un día a otro. Llevar un registro de su dolor y sus síntomas, e informar de ellos, ayudará a su equipo de atención médica a entender lo que está experimentando, y luego a averiguar el tipo de dolor que es. El tipo de dolor que tiene determina el tipo de fármaco o tratamiento que necesitará para aliviarlo mejor.

Aunque tenga un diagnóstico de cáncer, es posible que su médico o equipo de atención médica no llame a su dolor «dolor por cáncer». Además, es posible que parte o la totalidad del dolor que siente esté causado por algo distinto al cáncer. Es posible que se refieran a su dolor como agudo, crónico, persistente o irruptivo.

Dolor agudo

El dolor agudo suele ser intenso, aparece rápidamente y dura poco tiempo. La mayoría de las veces es un signo de que el cuerpo se ha lesionado de alguna manera. Este dolor generalmente desaparece cuando la lesión se cura.

Dolor crónico o persistente

El dolor crónico o persistente puede aparecer rápida o lentamente, y puede ser de leve a intenso. A diferencia del dolor agudo, el dolor crónico o persistente dura largos periodos de tiempo. Normalmente se considera que el dolor es crónico si dura más de 3 meses. Puede alterar tu vida y tus actividades normales si no se trata bien. El dolor crónico no desaparece a menos que se trate su causa subyacente, pero normalmente puede disminuirse o controlarse tomando analgésicos de forma regular. A veces, esto se denomina tomar analgésicos «las 24 horas del día».

Dolor irruptivo

El dolor irruptivo es un brote de dolor que puede ocurrir aunque esté tomando analgésicos regularmente para el dolor crónico. Se trata de un dolor que «rompe» el alivio del dolor que se obtiene con los analgésicos habituales. Por lo general, no puede predecirse.

En general, el dolor irruptivo aparece rápidamente, dura hasta una hora y se siente como un dolor crónico, excepto que es peor y puede variar en intensidad. Puede ocurrir muchas veces al día, incluso cuando su dolor crónico se controla con los analgésicos habituales que toma a todas horas.

El dolor irruptivo suele tener la misma causa que el dolor crónico. Puede ser el propio cáncer o puede estar relacionado con el tratamiento del cáncer. Algunas personas tienen dolor irruptivo durante una determinada actividad, como caminar o vestirse. Para otras, se produce de forma inesperada sin ninguna causa clara.

Es muy importante controlar este tipo de dolor. El dolor irruptivo no se controla con dosis regulares de analgésicos. Suele tratarse con una dosis adicional de analgésico o con un tipo de medicamento diferente.

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