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La invasión española de México, representada en una ilustración del siglo XIX, fue seguida por una serie de epidemias de causa desconocida.

Una de las peores epidemias de la historia de la humanidad, una pestilencia del siglo XVI que devastó a la población nativa de México, podría haber sido causada por una forma mortal de salmonela procedente de Europa, según sugieren un par de estudios.

En un estudio, los investigadores afirman haber recuperado ADN de la bacteria estomacal de entierros en México relacionados con una epidemia de la década de 1540 que mató hasta el 80% de los habitantes nativos del país. El equipo informa de sus hallazgos en un preprint publicado en el servidor bioRxiv el 8 de febrero1.

Esta es potencialmente la primera evidencia genética del patógeno que causó la disminución masiva de las poblaciones nativas después de la colonización europea, dice Hannes Schroeder, un investigador de ADN antiguo en el Museo de Historia Natural de Dinamarca en Copenhague que no participó en el trabajo. «Es un estudio muy interesante».

Cuerpos muertos y zanjas

En 1519, cuando las fuerzas dirigidas por el conquistador español Hernando Cortés llegaron a México, la población nativa se estimaba en unos 25 millones. Un siglo después, tras la victoria española y una serie de epidemias, el número de habitantes se redujo a cerca de un millón.

Los mayores brotes de estas enfermedades se conocían como cocoliztli (de la palabra «pestilencia» en náhuatl, la lengua azteca). Dos grandes cocoliztli, que comenzaron en 1545 y 1576, mataron a unos 7 a 18 millones de personas que vivían en las regiones del altiplano de México.

«En las ciudades y pueblos grandes se cavaban grandes zanjas, y desde la mañana hasta la puesta del sol los sacerdotes no hacían otra cosa que llevar los cadáveres y arrojarlos a las zanjas», señaló un historiador franciscano que presenció el brote de 1576.

Ha habido poco consenso sobre la causa del cocoliztli, aunque se ha hablado de sarampión, viruela y tifus. En 2002, investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en Ciudad de México propusieron que una fiebre hemorrágica viral, exacerbada por una sequía catastrófica, estaba detrás de la carnicería2. Compararon la magnitud del brote de 1545 con la de la peste negra en la Europa del siglo XIV.

Genómica bacteriana

En un intento de zanjar la cuestión, un equipo dirigido por el genetista evolutivo Johannes Krause, del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana de Jena (Alemania), extrajo y secuenció el ADN de los dientes de 29 personas enterradas en el altiplano oaxaqueño del sur de México. Todos menos cinco estaban vinculados a un cocoliztli que, según los investigadores, se extendió entre 1545 y 1550.

El antiguo ADN bacteriano recuperado de varias de las personas coincidía con el de la Salmonella, según las comparaciones con una base de datos de más de 2.700 genomas bacterianos modernos.

La secuenciación posterior de fragmentos de ADN cortos y dañados de los restos permitió al equipo reconstruir dos genomas de una cepa de Salmonella enterica conocida como Paratyphi C. En la actualidad, esta bacteria causa la fiebre entérica, una enfermedad parecida al tifus, que se da sobre todo en los países en desarrollo. Si no se trata, mata al 10-15% de las personas infectadas.

Es perfectamente razonable que la bacteria haya podido causar esta epidemia, dice Schroeder. «Hacen un caso realmente bueno». Pero María Ávila-Arcos, genetista evolutiva de la UNAM, no está convencida. Ella señala que algunas personas sugieren que un virus causó el cocoliztli, y eso no habría sido recogido por el método del equipo.

La cuestión del origen

La propuesta de Krause y sus colegas es ayudada por otro estudio publicado en bioRxiv la semana pasada, que plantea la posibilidad de que la Salmonella Paratyphi C llegó a México desde Europa3.

Un equipo dirigido por Mark Achtman, microbiólogo de la Universidad de Warwick en Coventry (Reino Unido), recogió y secuenció el genoma de la cepa bacteriana de los restos de una mujer joven enterrada alrededor del año 1200 en un cementerio de Trondheim (Noruega). Según el estudio, se trata de la primera evidencia de la cepa de Salmonella, ahora rara, y la prueba de que circulaba en Europa. (Ambos equipos declinaron hacer comentarios sobre su investigación porque sus trabajos han sido enviados a una revista revisada por pares.)

«En realidad, lo que nos gustaría hacer es examinar ambas cepas juntas», dice Hendrik Poinar, biólogo evolutivo de la Universidad McMaster de Hamilton (Canadá). Y si se pueden recoger más genomas antiguos de Europa y América, debería ser posible averiguar de forma más concluyente si patógenos mortales como la Salmonella llegaron al Nuevo Mundo desde Europa.

La existencia de la Salmonella Paratyphi C en Noruega 300 años antes de que apareciera en México no prueba que los europeos propagaran la fiebre entérica a los nativos mexicanos, dice Schroeder, pero esa hipótesis es razonable. Un pequeño porcentaje de personas infectadas con Salmonella Paratyphi C portan la bacteria sin enfermar, por lo que españoles aparentemente sanos podrían haber infectado a mexicanos que carecían de resistencia natural.

La Salmonella Paratyphi C se transmite a través de la materia fecal, y un colapso del orden social durante la conquista española podría haber conducido a las pobres condiciones sanitarias que son propicias para la propagación de la Salmonella, señalan Krause y su equipo en el documento.

El estudio de Krause ofrece un modelo para identificar los patógenos detrás de los antiguos brotes, dice Schroeder. Su propio equipo planea buscar patógenos antiguos en los lugares de enterramiento del Caribe que parecen estar relacionados con brotes catastróficos, y que se establecieron después de la llegada de los europeos. «La idea de que algunos de ellos podrían haber sido causados por Salmonella es ahora una posibilidad clara», dice.

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