Estimado editor:

El diagnóstico dual se identificó por primera vez en la década de los ochenta entre individuos con enfermedades mentales graves y trastornos por abuso de sustancias coexistentes.1,2 En la actualidad, la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias (SAMSHA, por sus siglas en inglés) utiliza el término trastornos concurrentes (COD, por sus siglas en inglés) para referirse a los mencionados trastornos concurrentes. El DQO se define como los trastornos concurrentes relacionados con sustancias y mentales. Se dice que los pacientes con trastornos concurrentes tienen uno o más trastornos relacionados con sustancias, así como uno o más trastornos mentales.3 Según la Encuesta Nacional sobre el Uso de Drogas y la Salud, se estima que 2,7 millones de adultos de 18 años o más informaron de un episodio depresivo grave y un trastorno por consumo de alcohol concurrentes durante el año anterior. Entre estos adultos, el 40,7% no recibió tratamiento para ninguno de los dos trastornos.4 Más de 24 millones de estadounidenses declararon padecer trastornos psicológicos graves y el 21,3% de esta población presentaba trastornos activos por abuso/dependencia de sustancias definidos por el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, Cuarta Edición, Revisión del Texto (DSM-IV-TR).5 Actualmente, no existen criterios de diagnóstico para el diagnóstico dual o los trastornos concurrentes en el DSM-IV-TR.6 Debido a la alta prevalencia de este trastorno, es necesario desarrollar y añadir al DSM criterios diagnósticos estandarizados que ayuden a los clínicos a realizar un diagnóstico y un tratamiento adecuados y oportunos de estos pacientes. El análisis crítico de este tema requiere una investigación para evaluar los criterios diagnósticos para el diagnóstico dual, así como para identificar qué trastornos concurrentes cumplen los criterios.

Los individuos diagnosticados con trastornos concurrentes suelen necesitar un tratamiento más intenso debido a la complejidad de su caso, lo que enfatiza la importancia de que los clínicos proporcionen un tratamiento eficaz y eficiente a estos pacientes. Los individuos diagnosticados con trastornos concurrentes se enfrentan a mayores consecuencias por el abuso de sustancias en comparación con aquellos pacientes diagnosticados sólo con una enfermedad mental como la esquizofrenia o el trastorno bipolar.7 Ejemplos de estas consecuencias incluyen una mayor exacerbación de los síntomas psiquiátricos, la falta de adherencia a la medicación, un aumento de las conductas agresivas y violentas, la falta de higiene personal, las visitas a las salas de urgencias y las internaciones psiquiátricas.1 8-12

A mediados de la década de 1980, los pacientes con diagnóstico dual recibían tratamiento para el trastorno de salud mental o para el relacionado con sustancias.13 Debido a las bajas tasas de éxito de esta población, el Instituto Nacional de Salud Mental, el Instituto Nacional de Abuso de Drogas y el Instituto Nacional de Abuso de Alcohol y Alcoholismo recomendaron la integración del tratamiento de los trastornos de salud mental y de los relacionados con sustancias para esta población.2,14-Los problemas metodológicos que surgen para los investigadores que estudian la eficacia de los enfoques de tratamiento integrado para los pacientes con diagnóstico dual comienzan con la inconsistencia de los criterios de diagnóstico que los médicos utilizan para remitir a los pacientes a los programas de tratamiento adecuados.13 Este problema indica la necesidad de estandarizar los criterios de diagnóstico para el diagnóstico dual con el fin de que los médicos identifiquen a los individuos apropiados para el tratamiento integrado y también para desarrollar una modalidad eficaz para tratar a esta compleja población con una amplia gama de trastornos mentales. Al estandarizar esta definición de diagnóstico dual, los individuos con diagnóstico dual serán identificados universalmente por los clínicos en lugar de por la opinión de profesionales individuales.

El propósito de esta carta es hacer un llamamiento a la investigación para desarrollar criterios de diagnóstico estandarizados para los individuos diagnosticados con trastornos mentales y relacionados con sustancias coexistentes. Al establecer los criterios de diagnóstico, los investigadores pueden desarrollar con precisión los tratamientos adecuados para los trastornos mentales y relacionados con las sustancias que se identifican como concurrentes. Este llamamiento a la investigación también es necesario para identificar enfoques de tratamiento eficaces para otros subgrupos de la población con diagnóstico dual, como el personal militar. Hay una gran población militar de combate que regresa de Irak y Afganistán en los Estados Unidos de América. Aproximadamente el 56 por ciento de los militares dados de baja entre septiembre de 2001 y septiembre de 2005 han sido identificados con dos o más trastornos mentales concurrentes.17 Al estandarizar los criterios de diagnóstico del diagnóstico dual, este personal militar puede tener la capacidad de ser referido apropiadamente a programas de tratamiento integrados, según sea necesario, sobre la base de estos criterios recientemente desarrollados. Pronto los efectos negativos de la guerra volverán a casa como se ve entre el gran número de tropas que regresan con trastornos concurrentes identificados. Los profesionales de la salud mental deben diagnosticar y tratar a estas personas de forma adecuada y rápida debido a las posibles consecuencias graves asociadas a este trastorno.

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