Las siguientes imágenes de la cara oculta de la Luna no fueron tomadas hasta seis años después, en 1965, por la sonda soviética Zond 3. Esta misión capturó imágenes de mucha mayor resolución, revelando grandes cadenas de cráteres y un hemisferio que tenía un aspecto muy diferente al de la cara cercana de la Luna.
El programa estadounidense Lunar Orbiter emprendió entonces la primera cartografía detallada de la cara oculta de la Luna, pero no fue hasta 1968 cuando la cara oculta fue vista por primera vez directamente por ojos humanos, en la misión Apolo 8.
Jim Lovell fue uno de los astronautas a bordo del Apolo 8, y cuenta cómo fue la experiencia de este pedazo de historia:
«Entramos en la órbita lunar en el lado oscuro, y la Luna, no se veía por ninguna parte. A medida que continuábamos en órbita, fragmentos de luz solar comenzaron a iluminar los picos de los cráteres que se encontraban a sólo 60 millas por debajo. Finalmente, la cara oculta quedó bañada por la luz del sol y contemplamos en silencio cómo los antiguos cráteres de la cara oculta pasaban lentamente por debajo. Estaba observando con vida esa parte de la Luna que había estado oculta al hombre durante millones de años.»
El primer aterrizaje suave con éxito en la cara oculta de la Luna tuvo lugar a principios de 2019 por parte de la misión Chang’e 4 de la Administración Espacial Nacional de China. Esta misión ha recogido muestras para determinar la edad y la composición de la superficie en el fondo de la cuenca del Polo Sur-Aitken.
Este cráter de 13 km de profundidad fue creado por un impacto que se cree que fue lo suficientemente grande como para exponer la corteza lunar profunda y parte del material del manto, dando una increíble oportunidad para aprender más sobre la estructura interna y los orígenes de la Luna. La misión Chang’e 4 forma parte de un objetivo internacional más amplio para desarrollar una colonia lunar humana cerca del Polo Sur. El Polo Sur ha sido elegido como la mejor ubicación por la presencia de hielo de agua, que es un recurso crítico para cualquier exploración humana a largo plazo. La NASA también ha elegido el Polo Sur como futuro lugar de aterrizaje.
Para saber más, consulta nuestro blog: ¿Por qué volver a la Luna?